Ahorrar más y gastar menos es uno de los propósitos de todos los años que más se fijan las personas y las familias y que poco se cumplen al finalizar el calendario.
Sin embargo, planear los gastos del año, fijarse presupuestos y programar un ahorro mensual para tener un fondo de emergencias son algunas recomendaciones de expertos en finanzas personales a fin de tener una vida financiera sana en el año.
Para Catalina Tobón, jefe de investigaciones económicas del fondo de pensiones y cesantías Skandia, con el propósito de iniciar el año financiero hay que hacer un balance de cuántos gastos e ingresos se van tener, con el fin de hacer metas de ahorro.
«Una vez se tenga esa cuenta clara, se puede empezar un ahorro de 20 o 30 por ciento, según cada caso, para dejarlo en una cuenta para contingencias», dijo Tobón.
Ese fondo puede ser creado en su misma cuenta de ahorros o acudir al sector financiero para revisar las posibilidades del mercado. Un plan semilla de ahorro o una cartera colectiva a la vista pueden estar en las alternativas.
En el año se presentan cuentas fijas que hay que incluir en el presupuesto mensual, como el pago de la cuota de la casa, el pago de la tarjeta de crédito, el del seguro contra todo riesgo del vehículo y otros egresos que pueden manejarse con anticipación.
Pero siempre llegan algunos gastos adicionales que representan un golpe al bolsillo, pese a que se pueden anticipar.
Uno de esos meses duros es enero, donde, finalizadas las vacaciones, hay que sacar dinero para el estudio de los hijos, útiles escolares y uniformes. Pese a que todos los años es igual, algunos padres no anticipan los gastos de este mes y terminan rebuscándose la plata.
Otros gastos obedecen al pago de impuestos como el de vehículos, el predial y el de renta. Parte de este se descuenta anticipadamente a los asalariados que ganan desde 3,5 millones de pesos a través de la retención en la fuente, pero en agosto, cuando se declara renta, se paga buena parte.
Las personas pueden hacer provisiones para anticipar el pago del impuesto de vehículo y el predial. En estos tributos, cada región maneja plazos y descuentos diferentes, que se pueden aprovechar.
Llevar una saludable vida financiera le permitirá tener dinero para gustos como ir al cine, salir a comer o invitar a la familia a un paseo, no vivir prevenido y poder maximizar los beneficios de tener trabajo como empleado o independiente, señaló Alfredo Barragán, experto en finanzas personales.
Evite caer en tentaciones
- Lo más común es dejarse tentar por promociones en el año para adquirir cosas que en realidad no se necesitan, como un televisor nuevo de pantalla plana que no era necesario cambiar, según Barragán.
- No incluir en los datos del presupuesto el mantenimiento del vehículo o los gastos de seguros más completos para la vivienda que lo cubran de daños por invierno, robo o explosión, explica Juana Téllez, economista jefe del banco BBVA Colombia.
- Tener más tarjetas de crédito que las que los ingresos pueden soportar. Aunque no hay un número exacto de cuántas, lo recomendable es no tenerlas a tope con los cupos. Trate de iniciar el año con menos tarjetas o hacer abonos a capital para reducir el gasto. Los avances evítelos al máximo.
- Dejar al azar la posibilidad de un cambio en las finanzas. Es 18 veces más probable que le caiga a usted un rayo que el ganarse una lotería.
Una forma de ahorro
- Deje para deudas con bancos el 30 por ciento
- Según Barragán, una forma de manejar mejor el gasto es dejar para el pago de obligaciones bancarias (crédito de vehículo, tarjetas de crédito, libre inversión) solo el 30 por ciento de los ingresos.
- Por ejemplo, un asalariado que devenga 1.000.000 de pesos, debería gastar máximo 300.000 pesos en sus obligaciones con el sistema financiero.
- Otra recomendación es hacer todos los pagos con una sola tarjeta débito o crédito para mirar en el extracto en qué rubro está el mayor gasto.
Artículo tomado de Portafolio. FRANCISCO J. GÓMEZ VILLAMIZAR – REDACCIÓN DE ECONOMÍA Y NEGOCIOS
Fecha de publicación: 11/01/2012